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Por Pedro Cobo, agente exclusivo Adeslas
Publicado el julio 10, 2018 | Actualizado el septiembre 13, 2018
ÍNDICE DE CONTENIDO
El asma es una inflamación crónica de las vías respiratorias que las estrecha y dificulta el paso del aire hacia los pulmones. Se caracteriza por la sibilancia o pito de la respiración. Se trata de la enfermedad crónica más frecuente en la infancia.
Debe ser diagnosticado por un facultativo, el cual, indicara el tratamiento a seguir según los síntomas del paciente para poder reducir su impacto sobre la salud, ya que llevar un control adecuado del asma es el primer paso para mejorar la calidad de vida del paciente. Prevenir o detectar esta enfermedad previamente no es posible pero si lo es, la prevención secundaria y terciaria y permite:
Conocer tú enfermedad y ser responsable
Elaborar con tu médico tu propio plan de acción contra el asma
Evita los factores desencadenantes de padecer una crisis asmática
Aprende a reconocer los síntomas de una crisis asmática y cómo actuar en su caso
Controlar y estar pendiente de tu respiración para ver las oscilaciones y saber si necesitas prevenir una crisis, consultar con el médico o cambiar la dosis de tratamiento
Es una enfermedad una enfermedad pulmonar común que causa dificultad para respirar y tos. Hay dos formas principales:
Bronquitis crónica, la cual implica una tos prolongada con moco.
Enfisema Pulmonar, el cual implica un daño a los pulmones con el tiempo.
Los pacientes más comunes que más sufren esta enfermedad oscilan entre los 40 y 80 años. La EPOC es una causa importante de discapacidad, ingresos constantes en el hospital, sensación de ahogo, dependencia del oxígeno, intolerancia al ejercicio, etc; además reduce la calidad de vida de las personas que la padecen.
La causa principal de la EPOC es el tabaquismo, por lo que principalmente lo sufren fumadores o ex fumadores. Cuanto más fume una persona, mayor probabilidad tendrá de desarrollarla. Pero algunas personas fuman por años y nunca padecen esta enfermedad.
Otros factores de riesgo para padecer esta enfermedad son:
La EPOC es una enfermedad crónica, es decir, que no tiene cura. También es una enfermedad progresiva que empeora lentamente con el paso del tiempo, de manera que los síntomas y la calidad de vida del paciente van empeorando a medida que progresa la enfermedad.
La EPOC se puede prevenir y la mejor manera de hacerlo es no comenzar a fumar; si se fuma, dejar de fumar antes de que se presente la enfermedad. Además, evitar otros factores irritantes para los pulmones como el tabaquismo pasivo, la contaminación, los gases, etc; disminuye las probabilidades de padecerla.
Aun así, si intentando prevenir la enfermedad apareciera se pueden tomar medidas para frenar la progresión de la misma, obteniendo un diagnóstico precoz e indicando un tratamiento, es algo poco frecuente pero no imposible.
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